¿Os habéis preguntado alguna vez como se ve un bosque desde el aire? ¿Un bosque incipiente, que apenas está naciendo, pero cuyos árboles, envueltos aún en sus protectores, se agarran con fuerza a la tierra y resisten inviernos y nevadas?
Hoy compartimos con vosotros estas espectaculares imágenes aéreas tomadas por drones, es decir, vehículos aéreos no tripulados, dirigidos por la empresa cántabra ITD Medioambiente.
Las instantáneas forman parte de los informes periódicos que desde Bosques Sostenibles realizamos para nuestros clientes con el fin de mantenerles informados en todo momento del estado global de las plantaciones.
Las primeras fotografías que os mostramos corresponden a Valdeolea, en San Martín de Hoyos, Cantabria, donde la firma Volkswagen tiene uno de los cinco bosques Think Blue. que hemos creado para ellos. Aquí crecen, desde hace casi dos años, algo más de 57.000 pinos silvestres, hayas, rebollos, espinos albares, endrinos y manzanos y perales silvestres.
El terreno ocupa 35 hectáreas y fue arrasado por un incendio forestal. Nuestro trabajo consistió en realizar una repoblación con especies autóctonas, favoreciendo la recuperación del suelo y la mejora del paisaje.
Estas otras imágenes son de Campoo de Yuso, un paraje de alto valor ecológico y paisajístico, situado junto al embalse del Ebro, también en Cantabria. Aquí crecen casi 7.000 ejemplares de pinos silvestres, abedules, fresnos y serbales. Más de 4.000 han sido plantados en nombre de la firma Volkswagen. El resto forma parte del primer proyecto de absorción de CO2 inscrito en el Registro Nacional de Huella de Carbono. Esta iniciativa, creada por el Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación, entró en vigor en mayo de 2014 y trata de incentivar a las empresas para que calculen, reduzcan y compensen su huella de carbono plantando árboles en nuestro país. A cambio de su compromiso medioambiental, el gobierno les otorga un sello oficial y acreditativo.
La plantación de Campoo de Yuso que actualmente está disponible ocupa una superficie de 1,15 hectáreas y tiene una absorción prevista -según los cálculos del Magrama, de 63,12 toneladas de CO2.