Bioo nació para crear nuevas formas de utilizar la propia naturaleza como fuente energética de forma respetuosa. Suyas son las baterías que se enchufan en el suelo para alimentar sensores agrícolas para la monitorización de cultivos o el piano vegetal del Botánico Biotecnológico de Ibiza que, en lugar de teclas usa plantas para activar sonido y luz. 

En Bioo quieren devolver a la naturaleza todo lo que nos ofrece, porque piensan en ella como un aliado. Su objetivo es liderar la transformación de la sociedad introduciendo una nueva manera de interactuar con la naturaleza, sin perjudicarla, gracias a la biotecnología. 

Electricidad de la naturaleza, compromiso sostenible.

Con el objetivo de compensar parte de su huella de carbono corporativa, celebró la entrada al  2022 plantando un árbol por cada trabajador. Este árbol absorberá un total de 176 Kg. de CO2, cantidad prevista para un periodo de 40 años según los valores de referencia incluidos en el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Sin embargo, la startup biotecnológica ha querido ir un paso más allá y se ha marcado el objetivo de compensar completamente la emisión de CO2 de cada persona que se una a la compañía plantando 69 árboles por cada trabajador. Incorporando esta medida en su paquete de beneficios sociales y retribución y que ha bautizado como “The 69 Trees Policy”, Bioo ha asumido el firme compromiso de neutralizar completamente la huella de carbono de cada empleado, durante toda su vida laboral.

Reforestación de Toroella de Montgrí como compromiso por neutralizar su huella de carbono.

Con esta iniciativa, además de crear empleo local y fomentar la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social, el objetivo principal es garantizar el futuro del arbolado, sustituyendo los ejemplares que se encuentran al final de su ciclo, asegurando un relevo clave para el mantenimiento de este espacio. La especie principal a emplear será el pino piñonero (Pinus pinea), pudiendo incorporar frondosas autóctonas en una proporción variable en el Parc Natural del Montgrí, Baix Ter e Illes Medes.