The Nature Conservancy y otras 15 organizaciones, como la Universidad de Cornell (EE UU) y el Ministerio de Agricultura de Brasil, presentaron ayer la evaluación más actualizada del papel de los bosques en la reducción de las emisiones mundiales de CO2. El trabajo, publicado en la revista científica PNAS, sostiene que medidas como las plantaciones masivas de árboles y la buena gestión forestal podrían llegar a recortar en 2030 unos 11.300 millones de toneladas de las emisiones planetarias cada año.
Esta reducción —“equivalente a detener la quema de petróleo”, según The Nature Conservancy— proporcionaría de aquí a 2030 el 37% de los recortes de emisiones necesarios para evitar la temida subida de dos grados de la temperatura media del planeta, en línea con los objetivos internacionales fijados en 2015 en el Acuerdo de París.
La organización ecologista pone ejemplos de medidas en curso, como la reducción de la deforestación de la selva en Indonesia, la repoblación forestal masiva en el valle del Bajo Misisipi en EE UU. “De las 10 vías basadas en la naturaleza de las que tenemos datos específicos por países, la reforestación es la que brinda la mayor oportunidad para España ante el objetivo de reducir sus emisiones totales”, explica el ecólogo Chris Zganjar, uno de los autores del nuevo estudio.
En España hay unos 7.000 millones de árboles, según el inventario forestal nacional. La superficie ocupada por bosques seminaturales ha aumentado en España en los últimos 25 años con un ritmo anual del 1,3%, según el último informe de la Sociedad Española de Ciencias Forestales. Los complejos modelos informáticos utilizados por los investigadores del nuevo estudio, país por país, contemplan por ejemplo futuros escenarios de intensificación de la agricultura, con más cosechas en menos superficie, y la reforestación de terrenos dedicados al pasto.
Los científicos recuerdan que los bosques ocupan 3.900 millones de hectáreas, el 31% de la superficie terrestre mundial, según los datos de Naciones Unidas. Las medidas de reforestación “rentables” tendrían el mismo impacto que retirar 650 millones de coches de las carreteras. Fuente El País