En Amapola Biocosmetics creen que hay otra forma de producir y consumir más responsable y es la que tenemos que escoger si queremos un futuro. Son conscientes de que no podemos seguir devastando el planeta porque al final se acabarán todos los recursos, y entre ellos las plantas que nos mantienen también a todos los seres vivos.
Su forma de adaptarse a esta filosofía y forma de vida la han plasmado en principio consumiendo mucha menos energía y sin apenas contaminar, todos sus productos y proyectos se desarrollan en un taller pasivehaus, un edificio que debido a su construcción mantiene una temperatura estable, disminuyendo el consumo energético; además de utilizar solo materias primas ecológicas. Actualmente también tienen un proyecto de reforestación y se han implicado en la recuperación de bosques con Bosques Sostenibles.
“Hemos decidido plantar árboles porque dentro de la RSE nos gusta siempre colaborar con algún proyecto” nos dice Ana Isabel de Andrés, creadora de Amapola. Y agrega: ”Nos sentimos muy identificados con la naturaleza ya que todos nuestros ingredientes proceden de ella, y precisamente si nos dedicamos a destruirla como es el caso de los bosques que se están destruyendo continuamente por incendios o por talas sin control, realmente no vamos a encontrar esas plantas que nos van a servir para fabricar nuestros cosméticos, y este proyecto con Bosques Sostenibles nos parece que va muy bien en la línea de lo que nosotros hacemos, precisamente colaborar a que esos bosques vuelvan a ser realmente lo que eran antes”.
Un público cada vez más concienciado con la necesidad de reducir nuestra huella ecológica, con la producción limpia, como el de Amapola, es el que reclama cada vez más empresas conscientes que reduzcan o compensen sus emisiones y apoyen proyectos de recuperación y protección de nuestro patrimonio natural.