España aumentó un 7,4% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de la combustión de combustibles fósiles, el cuarto mayor incremento de todos los países de la Unión Europea, donde las emisiones crecieron un 1,8%, según los datos publicados por la oficina de estadística europea Eurostat, el pasado mes de mayo.
Solo Malta (+12,8%), Estonia (+11,3%) y Bulgaria (+8,3%) registraron un aumento de sus emisiones de CO2 superior al de España.
Las emisiones de CO2 en España representaron en el 2017 el 7,7% del total del bloque comunitario, la sexta mayor proporción. Alemania repitió como el país con más emisiones de la UE, con un 23%, seguido de Reino Unido (11,2%), Italia (10,7%), Francia (10%) y Polonia (9,8%).
En el conjunto del bloque comunitario, las emisiones de dióxido de carbono aumentaron un 1,8% en comparación con el 2016, cuando se redujeron un 0,4%. Por contra, únicamente se observaron reducciones en siete socios comunitarios, que son Finlandia (-5,9%), Dinamarca (-5,8%), Reino Unido (-3,2%), Irlanda (-2,9%), Bélgica (-2,4%), Letonia (-0,7%) y Alemania (-0,2%).
El servicio estadístico de la Comisión Europea recordó que "las emisiones de CO2 contribuyen significativamente al calentamiento global y representan alrededor del 80 % del total de emisiones de gases de efecto invernadero en la UE".
En general, lamentablemente la política de reducción de emisiones a la que está forzada la UE para cumplir con sus compromisos del Acuerdo de París no ha dado los resultados esperados. El conjunto de los países de la Unión, que en 2016 habían conseguido reducir sus emisiones de CO2 un 0,4%, las han aumentado este año hasta un 1,8%.
La situación no es para dejar de prestarle atención. Creemos fehacientemente que hay que arremangarse y seguir trabajando desde las iniciativas privadas, apostando por proyectos de RSE, conscientes del importante rol que pueden desempeñar en bien común.